Aceptación de la Terapia Física por el Paciente Farmacodependiente

Publicado: 23 de diciembre de 2022

Resumen

INTRODUCCION

El uso de sustancias psicoactivas en el Perú ha ido en aumento desde la década del 70.  Así, en relación al alcohol, el consumo per cápita expresado en alcohol absoluto fue, en 1970, de 7.22 litros, mientras que en 1980 fue de 7.65 litros por persona (1). En la actualidad, se calcula que existe en el país aproximadamente un millón de alcohólicos y el impacto familiar generado de este problema podría estar afectando a 4 millones de personas (2), que sumados a la cifra anterior constituye casi la cuarta parte de la población nacional, afecta por el problema del alcoholismo. Con respecto a otras sustancias psicoactivas, existen diversos estudios a nivel nacional, de encuestas en hogares realizados en los años 1 986 (3) y 1988 (4); y en colegios secundarios (5).

 Consiguientemente, el problema de la fármacodependencia constituye un problema de salud pública que sobrecarga los servicios de salud, cuyos recursos son siempre deficitarios, obligando así a los profesionales a desarrollar alternativas de atención que respondan a las necesidades de la población. El Departamento de Fármacodependencia del Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi", en este sentido, utiliza afrontes multidisciplinarios e intervenciones de carácter multimodal (6) en el tratamiento de los adictos.

 En el área de la terapia física, de otro lado, se dispone cada vez más de datos sobre la positiva influencia del ejercicio sobre el individuo, haciéndolo sentirse bien, mejorando su salud, su aspecto y capacidad física y de relajación. Adicionalmente. tal terapia modifica también las curvas de envejecimiento en diversos aspectos tanto físicos como mentales (7).

 En lo que respecta a la terapia física aplicada a los pacientes fármacodependientes, la literatura demuestra importantes hallazgos que la señalan como una estrategia efectiva para la reducción de la probabilidad de recaída en el paciente fármacodependiente. Se sabe que la práctica regular del ejercicio reduce la sensación de privación y pérdida que acompañan a la terminación del patrón adictivo (8), gracias a la sensación de bienestar y placer que produce facilitando. de este modo, la transformación de hábitos negativos de vida en positivos (9).