Javier Mariátegui. Psiquiatra reformador y su legado al país. Testimonio personal

Publicado: 5 de enero de 2018

Resumen

El presente testimonio recoge algunas experiencias en el trabajo muy cercano a Javier Mariátegui, prominente psiquiatra que el país ha conocido. Se narran circunstancias desde que el autor de este testimonio lo conoció hasta su desaparición. 

El primer contacto con Javier Mariátegui fue en el Cuarto Congreso Peruano de Psiquiatría realizado en el Hospital del Empleado en 1976 . Lo conocí cuando participaba en una de las mesas centrales de dicho congreso discutiendo temas medulares con otros psiquiatras peruanos prominentes. Sabía muy poco de él, menos que era hijo del amauta José Carlos Mariátegui. Tampoco que era discípulo connotado de Honorio Delgado y que egresó como médico en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) en términos de excelencia académica ocupando el primer puesto de su promoción. En la mesa mencionada también destacaban Saúl Peña y Max Hernández, a quienes tampoco conocía. Asistir a este congreso fue un anhelo impostergable a mi vocación psiquiátrica, con el permiso del director del Hospital de Chancay, donde realizaba el SECIGRA (Servicio Civil de Graduandos), integrando la primera promoción de médicos que el gobierno militar de entonces exigió como requisito para la graduación y para intentar mejorar las condiciones de salud del país. Recuerdo nítidamente que en el debate de la mesa, Javier Mariátegui, que a la sazón frisaba los 38 años, se desempeñó con solvencia y erudición. Saúl Peña en una de las réplicas le dijo en un tono sincero y amigable, como es su característica, “queremos ver más al Mariátegui con ideas propias”, en alusión a que no es suficiente la erudición sino la originalidad. Javier Mariátegui no replicó ni cuestionó esta apreciación. Presumo que las reclamadas ideas propias se hallaban no en el discurso sino en la praxis del quehacer cotidiano. Este breve diálogo me ha servido para no solo acopiar ideas ajenas sino lograr la originalidad. Con el correr de los años he sido testigo que Saúl Peña estaba en lo correcto y de allí mi admiración hacia él por la sinceridad y expectativas con las que se comunica. Javier Mariátegui no ha necesitado esta apreciación ni antes ni después. Los siguientes años de cercanía a él confirmarían esta postura de autenticidad.

REFERENCIAS:

1. Mariátegui J, Alva V. Epidemiología psiquiátrica en el Perú: Balance y perspectivas. En: Cuarto Congreso Nacional de Psiquiatría. Balance y perspectivas de la Psiquiatría en el Perú. Lima, Perú: Asociación Psiquiátrica Peruana; 1987.p. 1-340.
2. Rotondo H, Mariátegui J, Bambarén C, Matos Mar J, Saco G, Aliaga P y col. Estudios de morbilidad psiquiátrica en la población urbana de Mendocita. Anales de Salud Mental. 1992; VIII (1-2):186-187.
3. Mariátegui J, Alva V, De León O. Epidemiología psiquiátrica de un distrito urbano de Lima. Un estudio de prevalencia en Lima. Ediciones de la Revista de Neuropsiquiatría. 1969.
4. Cooper B, Morgan HG. Epidemiological Psychiatry. Thomas C C, editors. Springfield Illinois; 1973.
5. OMS. Informe sobre la salud en el mundo 2001. Salud Mental: nuevos conocimientos, nuevas esperanzas. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2001.
6. Mariátegui J. Salud Mental y Realidad Nacional. Asociación Psiquiátrica Peruana. Lima: Minerva; 1988.